En este curso 2020-2021 la vuelta a las clases no ha sido una vuelta como las anteriores. Para evitar la propagación del virus se han tomado medidas extraordinarias entre las que se encuentra la semipresencialidad, la cual obliga a los alumnos estar media jornada escolar en el centro educativo y la otra media jornada en sus respectivas casa, pero esto acarrea un problema.

Dicho problema se podría resumir en la preguntas de, ¿qué harán los alumnos mientras se encuentren en sus casas? ya que esta medida perjudica directamente al alumnado y a la calidad y cantidad de  conocimientos qué recibirán durante este curso. Asumiendo las consecuencias adversas que esto puede ocasionar, se tienen que buscar aquellas medidas que las reduzcan al máximo posible.

Una de las medidas más utilizada entre los centros educativos, no solo de secundaria, es la instalación de cámaras en las clases, para que de esta manera los estudiantes que se encuentren en sus casas puedan seguir las clases través del ordenador evitando desperdiciar estas horas. 

Con la inversión en las cámaras para favorecer a los alumnos surge otra cuestión a tratar, esta se resume en que gran parte del alumnado es reacio al hecho de tener que encender su cámara y que de esta manera todos los presentes en la sala le puedan ver, pero, ¿por qué se da este fenómeno tan común?

Pues bien una de las principales respuestas a esta duda que les surge a los profesores está anteriormente nombrada, creo que principalmente el motivo por el que mucha gente no se quiere poner la cámara es el hecho de que sus compañeros le pueden ver, lo cual no tiene mucho sentido si tenemos en cuenta que esta gente que le vería sería la misma gente con la que pasan su día a día en las horas presenciales. Pero en esta situación, hay que considerar que uno no está igual de decente si se encuentra en su propia casa que si se encuentra fuera de ella. Por ello creo que una de las principales causas es la vergüenza que implica el encender la cámara, aunque, ¿sería justo para el profesor?, a mi parecer no ya que él esta igual de expuesto que los alumnos a diferencia de que él no tiene otra opción.

Otra de las cosas que hay que tener en cuenta es que los profesores en muchas ocasiones se piensan que el tener la cámara encendida te obliga a atender más, cosa que no siempre es así ya que el ver a tus compañeros puede acarrear muchas distracciones y en muchas ocasiones y lo digo por experiencia propia, el tener la cámara puesta hace que pierdas totalmente el hilo de la clase. Por ello esto puede que sea otra razón para no poner la cámara, en muchas ocasiones la cámara viene seguida de distracciones que te harán desatender tus obligaciones.

Por desgracia, otra de las razones por las que quizá hay gente que no quiere encender su cámara en las clases virtuales es que pueden ser víctimas de acoso virtual (ciberbullying) ya que lamentablemente, reírte de alguien con una pantalla de por medio es muy fácil, y para el acosador teniendo las cámaras encendidas es muy cómodo el hacer fotos o videos a esta persona para más tarde utilizarlo como motivo de risa con otros compañeros. 

Otra causa podría ser que no todos los individuos tienen una situación familiar idílica y quizás para alguien que no tenga una buena postura en casa encender la cámara supondría mostrar esta situación al resto de personas. Podría ser un ejemplo recibir malos tratos por parte de un familiar. 

Otra cuestión de la que no he hablado hasta el momento es el hecho de que muchos no es que no quieran ponerse la cámara, sino que no pueden, muchas veces damos por hecho que todos tienen un ordenador en sus casas para estas situaciones pero ¿y en el caso de que alguien no lo tenga? 

Al fin y al cabo todo el mundo puede poseer un sitio donde ver las clases ya que con un móvil sirve pero en el caso de que sus ordenadores o móviles no tengan la opción de cámara nunca podrán activarla. ¿Y tienen por ello que cargar con las amenazas de algunos profesores que imponen el uso de cámara y de no ser así serán expulsados?