Se acerca el fin de curso, lo que significa que ya hemos pasado lo suficiente en cada asignatura como para saber cómo se han desarrollado, si nos han gustado o no, así como los puntos fuertes y los menos fuertes de cada profesor. 

Pero no estamos aquí para hablar de todas las asignaturas, hoy haré una critica desde mi punto de vista a la clase de filosofía, gracias a la cual estas leyendo esto, debido a que es la culpable de este blog.

En muchas ocasiones se da el caso de que un alumno le coja asco, miedo o pase de amar una asignatura a todo lo contrario, odiarla, solo y exclusivamente por la manera de impartir la clase. Por ello creo que es muy importante que los profesores muestren en sus clases esa pasión que les ha llevado a impartir esa materia y no otra. Por suerte creo que en mi profesor de filosofía se ve a la legua que le llena lo que imparte, y creo que él es todo lo contrario a lo descrito al inicio de este párrafo, me parece que el modo en el que explica las clases te hace interesarte más por la filosofía y no solo por esta, sino por todo tipo de cuestiones ya que en sus clases no se habla única y exclusivamente de filosofía sino que se tratan muchas otras cuestiones, desde temas del día a día hasta temas de historia clásica, y pese a no ser una clase de esto último he aprendido mucho.

A parte, creo que su tono de voz es algo fundamental para que en aquellos momentos en los que la clase toma un rumbo más aburrido no pierdas el hilo de la clase, cosa que le diferencia de muchos otros profesores. 

Otra cosa favorable a tener en cuenta es el hecho de que nunca te regañará por preguntarle la misma cosa cinco veces si es que aún no lo has entendido debido a que una de las características que define a Enrique es la paciencia y la dedicación que le dedica a responder cada duda, tan grande es esta dedicación que en muchas ocasiones se va por las ramas explicando cosas que están fuera de su programación pero que son muchas veces más interesantes que el propio temario. Esto puede provocar que con frecuencia se pierda el hilo de la explicación y que se ralentice la clase. 

A mi parecer, el trabajar con niños es una tarea muy complicada ya que hay que saber manejarles, no puedes ser muy estricto con ellos debido a que acabaran aborreciendo tu clase pero, por lo contrario tampoco puedes ser muy condescendiente con ellos ya que si les das la mano en muchas ocasiones te cogen el brazo, pero a mi juicio Enrique sabe muy bien cual es el término medio y lo lleva a cabo de maravilla.

Si tuviera que decir algo malo de esta clase es que a veces cuesta ponerla en marcha, es decir, desde el momento en el que entramos por la puerta hasta que se empieza con la explicación pasa un tiempo considerable.

Otra cosa que me gusta mucho de la clase es que hay muchas opciones para sacar la mejor nota posible, a diferencia de otras asignaturas en las que solo hay únicamente un examen, en esta asignatura tenemos cuatro exámenes totalmente diferentes, por lo que si eres mal estudiante y no se te da bien memorizar, tienes otras opciones para poder sacar la asignatura adelante ya que los diferentes exámenes no tienen nada que ver entre sí en cuanto a forma. A estas pruebas se le suma la capacidad de subida de nota de una forma muy original, mediante la creación de un blog y la publicación de tuits.